Hay un inconveniente del maquillaje que empieza justo después del maquillaje, concretamente en los ojos, cuando en menos de tres horas se estropea todo ese precioso ahumado que te has hecho porque las sombras desaparecen y aparecen donde no deben.
Ya sé, ya sé que la mayoría no soléis haceros unos smoky eyes a las ocho de la mañana de un día por semana, porque bastante tenéis con dar el desayuno a los críos o pintar un poco los labios antes de salir corriendo para no perder el Alsa. Pero ¿quién no tiene una ocasión especial, o le apetece de vez en cuando ponerse más mona y probar a hacer un look con los ojos marcados?
Contra este problema existe una solución: las prebases de ojos (también llamadas “primer”). Yo tengo la que creo que es la mejor del mercado: Shadow Insurance, de Too Faced. Lo creo porque es opinión muy extendida entre las blogueras y porque lo compruebo cada día personalmente. Probé la de Nyx por ser baratina y es LO PEOR, la de Urban Decay tiene un envase imposible y la de Mac es cara, así que me reafirmo en mi fidelidad a la Shadow Insurance porque es la que tiene mejor relación calidad-precio.
Sin prebase de ojos las chicas que tenemos el párpado un poco graso vemos esfumarse las sombras y hasta el lápiz en los pliegues del ojo, disminuir su intensidad y desvanecerse todo el más o menos elaborado trabajo que habíamos conseguido. No os digo dónde quedaría la raya de eye liner sin este potingue mágico en mis ojos, los pocos días que me da por hacer el intento de look pin up.
Se trata de un tubito como los de contorno, y se echa una gotina muy pequeña que se extiende por el párpado desde el centro, también el inferior si te vas a pintar algo por debajo. Tiene una textura de crema muy ligera, casi como una mousse, de color beige claro, que se extiende muy bien. Este formato hace que no te manches los dedos, cunde mucho y es higiénico. Después de unos segundos puedes seguir con el maquillaje. Las sombras se difuminan mejor y el color queda más intenso. Vale la pena perder menos de un minuto para que todo siga en su sitio cuando llegas a casa.
Se puede conseguir en Internet con bastante facilidad, pero yo preferí comprarlo en Sephora porque me salía hasta más barato; unos 17 euros creo recordar. Y con la cantidad que se usa dura tanto que se amortiza de sobra.
Esta prebase tiene otras versiones, irisada y con brillo, para resaltar las sombras brillantes. Yo suelo usar sombras mates y lo que me interesa es que permanezcan fijas, no se alteren y no se acumulen en la “banana” así que me quedo con la original, que es la que os aconsejo. Si la probáis os aseguro que no os arrepentiréis, porque se nota mucho la diferencia. Cualquier cosita que os pongáis os quedará mejor. Os veréis más guapas. Prometido.
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